DISCURSO DE FEDERICO VELAZ, MAESTRO DE 2° GRADO:
En
la semana de mayo de 1810 se gestó la revolución que comenzó el
proceso de independencia de nuestro país. Este acontecimiento fue
impulsado por muchas manos que trabajaron cooperativamente. Cada
clase social ayudó desde el lugar que ocupaba.
De
igual manera es importante remarcar que en cada paso positivo que
dimos como país, los cambios fueron impulsados por acuerdos entre
personas. Sabemos que a lo largo de nuestra historia, se sucedieron
hechos horrorosos, como por ejemplo el último golpe militar, el cual
ya hace 30 años venimos dejando atrás, día a día, año a año,
con la construcción de una democracia que asegura la educación y la
salud pública como base fundamental de un país inclusivo. Sin
olvidar, sin perdonar, manteniendo la memoria en acción para
asegurarnos un país con convicciones humanas justas e igualitarias.
La
revolución de mayo de 1810 nos da la certeza de que la unión es la
única forma de construir, de que pensar entre todos diferentes
propuestas para salir adelante en cada situación conflictiva es un
camino más que seguro, que a veces es lento, trabajoso, pero que
dará buenas respuestas tarde o temprano.
Hoy
nos encontramos en un presente de cambios de paradigmas, la sociedad
entera está transformándose y reestructurándose a partir de la
apropiación del uso de las nuevas tecnologías, de las múltiples
formas de comunicación, de la resignificación de valores como la
igualdad o la libertad y de los diferentes tipos de familias que
formamos parte de esta sociedad. Vivimos un presente de constante
movimiento, estamos aprendiendo a vivir en él. Nos espera sin dudas
un futuro de revolución, y eso es hermoso.
Lejos
de aquel mayo de 1810, donde corrió mucha sangre y la construcción
de un país como el nuestro se llevó muchísimas vidas de manera
injusta a lo largo de su historia. Vamos a transitar una revolución
distinta, que está en las manos de todos nosotros, los adultos, para
comprenderla y acompañarla. Y con muchísima más importancia de los
niños y niñas, de esta y cada una de las escuelas públicas de
nuestro país, ustedes chicos y chicas tiene el compromiso de
aprender todos los días un poquito más. Para hacer la revolución,
porque la revolución hoy es la revolución de las ideas, del
pensamiento, de disfrutar cada momento que vivimos sabiendo que nos
espera mucho camino hermoso por delante.
Empecemos
a pensar en ser protagonistas de la historia de nuestro país. Todos
los días tenemos la oportunidad de trabajar juntos para eso. Acá en
la escuela, pongámonos en el lugar del otro para comprenderlo y
luego pensemos soluciones a los miles de problemas que tenemos, pero
siempre juntos. Dejemos las diferencias a un lado para apropiarnos de
este lugar de intercambio constante que es la escuela, donde tenemos
el compromiso, la responsabilidad y el desafío, de caminar hacia
delante, siempre.